UnTER busca erradicar la violencia en el ámbito educativo
El Consejo Directivo Central de UnTER presentó un anteproyecto de ley para prevenir y erradicar la violencia hacia trabajadores de la educación en la Legislatura de Río Negro. La iniciativa busca establecer un marco normativo que reconozca, prevenga y aborde las distintas formas de violencia que afectan al colectivo docente en el ejercicio de su labor.

Fotografía cortesía de Unter
El Consejo Directivo Central de UnTER presentó un anteproyecto de ley para prevenir y erradicar la violencia hacia trabajadores de la educación en la Legislatura de Río Negro. La iniciativa busca establecer un marco normativo que reconozca, prevenga y aborde las distintas formas de violencia que afectan al colectivo docente en el ejercicio de su labor.
El texto del anteproyecto propone la creación de Equipos de Coordinación y Orientación (ECO) en cada zona supervisiva, conformados por profesionales en psicología, psicopedagogía, trabajo social y psicología social. Estos equipos tendrán la misión de generar estrategias y dispositivos de prevención de situaciones conflictivas, intervenir ante hechos de violencia, acompañar a los trabajadores afectados y articular acciones con supervisiones, instituciones educativas y organismos provinciales y municipales.
La iniciativa también propone la creación de protocolos institucionales de actuación, instancias de formación y mecanismos de acompañamiento integral para quienes atraviesen situaciones de violencia. Además, se establece la incorporación de sanciones específicas en el marco de la Ley 5592, la creación de un Registro Provincial de Agresores y la obligación del Estado de garantizar entornos educativos seguros.
La presidenta de la Comisión de Cultura, Educación y Comunicación Social de la Legislatura de Río Negro, Daniela Agostino, junto a otros integrantes del cuerpo y los presidentes de algunos bloques parlamentarios, recibieron el anteproyecto con interés y se comprometieron a iniciar su análisis en próximas sesiones.
Desde UnTER se valoró este espacio de diálogo como un paso fundamental hacia la construcción de políticas públicas que promuevan el respeto, la protección y el reconocimiento de la tarea docente.