Descubre los encantadores rincones de Río Negro en otoño

El otoño es una estación ideal para visitar Río Negro, con sus paisajes de montaña, valles y costa atlántica. Descubre los rincones más encantadores de la provincia y disfruta de actividades al aire libre, gastronomía y tradiciones autóctonas.

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Fotografía cortesía de Gobierno de Rio Negro

Desde la cordillera al mar, los árboles se empiezan a teñir de dorado anunciando la llegada del otoño, una encantadora estación que con días cálidos y tardes que aún permanecen largas invita a descubrir la amplia diversidad de paisajes que caracterizan a la provincia.

Al pie de la cordillera, Bariloche y El Bolsón resguardan infinitas alternativas que van desde tranquilas caminatas o trekking por los distintos senderos de montaña, hasta excursiones que proponen conocer a fondo los atractivos de la región de la forma más aventurera posible.

Sin embargo, la variedad y diversidad de paisajes también transforman a esta zona en un lugar perfecto para idear una escapada en plan de descanso que puede complementarse a la perfección con la exquisita gastronomía cordillerana.

Los meses otoñales también son ideales para visitar las bodegas pertenecientes a los Caminos del Vino de Río Negro que se sitúan en la región de los valles y conforman una increíble propuesta turística que en esta época permite vivir en primera persona la época de la cosecha de la vid y el trabajo en las bodegas, para sumergirse así en el proceso productivo de los vinos, adentrarse en la historia de la tradición vitivinícola rionegrina y deleitarse con los increíbles sabores de los vinos más australes del mundo.

A pesar de que el verano quedó atrás, las playas de la Costa Atlántica Rionegrina son una gran opción para disfrutar del solcito de otoño. Con extensos balnearios y otros, un tanto menos conocidos, que surgen al pie de los acantilados, esta región se convierte en una alternativa ideal para descansar, mates de por medio, disfrutar una caminata reparadora, practicar deportes de viento en la arena o bien llegar hasta Punta Bermeja para conocer la colonia de lobos marinos de un pelo más grande de la región.

La oferta turística rionegrina se completa en la estepa, la región más extensa del territorio en la que una gran variedad de establecimientos rurales proponen vivir una experiencia diferente que no solo garantiza pleno contacto con la naturaleza a través de caminatas, cabalgatas o paseos en bicicleta por la inmensidad de los paisajes otoñales, sino que también propone revalorizar lo autóctono a través de actividades cotidianas que involucran a los pobladores y ponen en foco la tradición de una de las zonas más inhóspitas de la provincia.