La formación técnica en riesgo: una resolución inviable

La Resolución N° 6488/24 sobre evaluación, acreditación y promoción pone en riesgo la formación técnica en la provincia. Las escuelas técnicas y de jóvenes y adultos se encuentran con una norma que modifica los procesos pedagógicos de manera sustancial sin garantizar espacios y recursos humanos para acompañar las trayectorias de los estudiantes.

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Fotografía cortesía de Unter

La formación técnica en la provincia se encuentra en riesgo debido a la aplicación de la Resolución N° 6488/24 sobre evaluación, acreditación y promoción. Las escuelas técnicas y de jóvenes y adultos se encuentran con una norma que modifica los procesos pedagógicos de manera sustancial sin garantizar espacios y recursos humanos para acompañar las trayectorias de los estudiantes.

Las escuelas técnicas son elegidas por miles de familias y estudiantes en la provincia para una educación técnica que brinda oportunidades en el ámbito laboral y de estudios superiores y/o universitarios. Sin embargo, en el último tiempo se han visto desprovistas de recursos desde el presupuesto nacional, sumado a que el gobierno provincial define revisar contenidos de los diseños curriculares en el marco de convenios con empresas y de escribir y aprobar una resolución inviable en la cual las comunidades involucradas ya manifestaron su rechazo no solo por lo que implica sino por la falta de participación.

No se garantizaron espacios suficientes de construcción participativa con aportes de docentes y familias para llevar adelante esta reforma. Se amparan en un supuesto trabajo colectivo con equipos directivos y docentes, cuando reiteradamente desde las escuelas se solicitó tiempos y espacios para poder debatir en profundidad.

La Dirección de Escuelas Técnicas no escucha a sus comunidades y cuando habla de un trabajo mancomunado, solo habla de escasos espacios en las escuelas (cuatro horas en el año 2024) y con UnTER mesas de política educativa donde solo recibían aportes, pero no se daban respuestas a los planteos.

Entendemos este accionar como un destrato a la formación técnica y a las comunidades educativas en su conjunto. Cuando el gobierno habla de que es un trabajo que se viene dando en las escuelas desde hace años, es importante aclarar que trabajar sobre categorías pedagógicas como “la evaluación formativa” o “las trayectorias” desde los marcos teóricos, sin que estos temas sean abordados con la clara consigna de modificatoria de la norma, se cae en la falacia.

En este tiempo han circulado por las redes y medios de comunicación distintos tipos de análisis por parte de las escuelas, clara muestra del compromiso y preocupación que tienen las comunidades ante el riesgo de que se ponga en peligro la educación de los adolescentes, jóvenes y adultos.

Sobre los espacios de consolidación pedagógica y acreditación: estos espacios modifican las condiciones y formas en las que se deberá evaluar en adelante y generan cambios en el proceso y estructura pedagógica para los estudiantes ya que se habilitan clases de consulta en el mismo horario que el/la docente esté en su hora de clase con el grupo respectivo.

La elaboración de los informes y registros de trayectorias también irá en este sentido, restando horas de clase, dictado de contenidos y todo lo que refiere a los mencionados procesos pedagógicos, generando desigualdades, ya que no está el foco en el aprendizaje de los estudiantes, sino en la acreditación de los espacios curriculares.

La evaluación entendida de esta manera se aleja de una evaluación formativa y solo apunta a acreditar sin hacer un trabajo real sobre los aprendizajes de los estudiantes porque no se garantizan espacios y recursos humanos para acompañar esas trayectorias con la estructura que tenemos, además de generar para los docentes una sobrecarga laboral y restar tiempo al dictado de clases debido a que se deben realizar informes individuales por bimestre y cuatrimestre y consultas de previas y recuperatorios, todo eso, en las mismas horas de clase.

Exigimos al Ministerio de Educación y Derechos Humanos y a la Dirección de Escuelas Técnicas y de Jóvenes y Adultos que entiendan y escuchen, que esta norma es inviable y no contempla la estructura actual de las escuelas; quienes asisten a su formación técnica-profesional, gracias al esfuerzo de miles de familias, tienen la esperanza de un futuro mejor para sus hijxs; estudiantes que asisten a las escuelas, dedicando horas y dobles jornadas a su formación con el fin de que la educación pública brinde las oportunidades de una formación de calidad.

En el caso de la modalidad de jóvenes y adultos, nos preocupa que emitan una norma de esta magnitud en medio del proceso de escritura de su Diseño Curricular, sin tener en cuenta que la misma debería ir en consonancia con el mismo para la modalidad.

Desde UnTER, junto a las comunidades educativas de educación técnica y de jóvenes y adultos, acompañamos a cada una de las escuelas y sus familias. Exigiendo a lxs responsables que no destruyan la educación técnica, que las direcciones de nivel respeten los procesos genuinos de cambios que ellxs mismxs dicen llevar adelante, que escuchen a quienes transitan las escuelas día a día, que dejen de escribir resoluciones desoyendo las notas elevadas por las escuelas con las necesidades reales. Somos las comunidades educativas en conjunto, las que sabemos nuestras necesidades con argumentos más que sólidos para aportar. Solo necesitamos que escuchen y generen espacios serios y reales de participación.