La piscicultura se impulsa en la región
La acuicultura en Río Negro se está convirtiendo en una de las actividades más importantes de la región, con una producción de más de 6 millones de alevinos por año y una proyección hacia mercados internacionales.

Fotografía cortesía de Gobierno de Rio Negro
La acuicultura en Río Negro se está convirtiendo en una de las actividades más importantes de la región, con una producción de más de 6 millones de alevinos por año y una proyección hacia mercados internacionales.
La piscicultura, que se encuentra en el embalse Piedra del Águila, entre las costas de Río Negro y Neuquén, es una de las más importantes del país y se consolida como el corazón del desarrollo acuícola de la Norpatagonia.
La empresa Idris Patagonia – Mar Andino, que opera este centro de reproducción, abastece a toda la cadena de cría de trucha arcoíris en los embalses de Piedra del Águila y Alicurá.
La visita del Gobernador Alberto Weretilneck, el Ministro de Desarrollo Económico y Productivo, Carlos Banacloy, y el Presidente del Bloque de legisladores de JSRN, Facundo López, permitió interiorizarse sobre los procesos técnicos y sanitarios de la producción, que se realizan bajo estrictas condiciones de bioseguridad y con certificación ambiental.
La piscicultura, que funciona en tierra con sistemas de recirculación de agua, garantiza trazabilidad completa desde el nacimiento de los peces hasta su traslado a jaulas de engorde.
Este modelo no solo asegura la calidad del producto final, sino también un uso racional de los recursos hídricos y una baja huella ambiental.
Actualmente, una parte significativa de la producción se comercializa en el mercado interno, reemplazando importaciones de salmón del Pacífico.
Al mismo tiempo, el producto patagónico avanza con fuerza hacia mercados internacionales, posicionándose como una trucha de alta calidad, con identidad geográfica, sin uso de antibióticos y con estándares internacionales de bienestar animal.
“Este tipo de iniciativas demuestran que la Patagonia puede liderar nuevas fronteras productivas. Acá se conjugan el recurso natural, el conocimiento técnico y una visión estratégica de desarrollo regional”, expresó Banacloy durante la recorrida.
Tanto Río Negro como Neuquén vienen trabajando en una agenda común para consolidar la actividad acuícola en la región.
Esto incluye desde el ordenamiento de concesiones, el fortalecimiento de los controles conjuntos y la modernización del marco normativo, hasta la planificación de inversiones en procesamiento y agregado de valor en origen.
El objetivo compartido es claro: que el 100% del valor generado —desde la cría hasta la comercialización— se quede en la región, generando empleo, arraigo y desarrollo económico sostenible a ambos lados del río Limay.